Tras más de tres años de investigación y bajo la dirección del Premio Nacional de Artes, Héctor Noguera, el Colectivo Mákina Dos (integrado por Francisco Paco López y la propia nieta de Roser Bru, Amalá Saint-Pierre) este viernes 04 de octubre –a un mes de su estreno nacional- se presentará en el Teatro Municipal de Ovalle la obra teatral BRU o el exilio de la memoria, financiada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del FONDART de Creación 2019.
Como es costumbre, el TMO abrirá su telón a las 20:00 horas, esta vez para dar una mirada íntima y personal de los aspectos que han marcado la vida de Roser Bru, figura fundamental del arte nacional y una de las artistas plásticas más destacadas de Latinoamérica, ganadora del Premio Nacional de Artes Plásticas 2015 en Chile y de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2018 en España, explorando el formato de teatro documental.
Contada en primera persona por su nieta, la obra se inspira en documentos y recuerdos de la artista chileno-catalana de 96 años, reflexionando sobre temas como el exilio, el rol de la memoria, el sentido de pertenencia, el compromiso artístico-político y el deber de memoria colectiva.
“La memoria siempre tiene un grado de ficción, indispensable para poder almacenar las vivencias. Esta obra no busca ser biográfica en un sentido estricto, sino que más bien una interpretación de la vida de un Premio Nacional de Arte por parte de su nieta, destacando hitos que marcaron su vida personal y artística en Chile y España”, dice Amalá Saint-Pierre.
Pero ¿qué ocurre cuando comienza a aparecer el olvido? ¿dónde se anclan todas esas experiencias? ¿quién se encarga de preservar la memoria de quienes han sido testigos presenciales de la historia?
BRU o el exilio de la memoria emprende una cruzada en busca de esas respuestas a través del rescate de su memoria, poniendo en diálogo el teatro, el lenguaje audiovisual y su legado artístico.
“A partir de la búsqueda de un cuadro perdido en dictadura, esta obra habla de la fragilidad de la memoria individual y colectiva, pero también instala la pregunta sobre el sentido de pertenencia”, dice Amalá Saint-Pierre, y el cocreador Francisco Paco López agrega que “el público irá deshojando sus recuerdos que recorren casi un siglo de historia, pasando por su infancia en la Guerra Civil Española, su exilio en Chile en 1939 a bordo del Winnipeg, su vínculo con el edificio de la UNCTAD III durante la UP, su situación tras el Golpe de Estado y su relación con la obra pictórica que ha realizado”.
La puesta en escena está cargada de visualidad y sonoridad, así como también de reflexión y sensibilidad de los intérpretes, inyectando de este modo nuevos sentidos a una biografía que por sí misma ya tiene mucho que contar.
La multipremiada pintora y grabadora Roser Bru destaca la importancia de que las nuevas generaciones mantengan la memoria viva y agradece este homenaje en vida cuyo estreno, dice ella, “será exactamente 80 años después de mi llegada en el Winnipeg, coincidiendo con el día en que Chile nos dio a mí y a 2 mil 200 otros refugiados, una segunda oportunidad.”